Futuros agrónomos U. Mayor describieron ampelográficamente cinco nuevas variedades de uva para la producción de vino en Ñuble

Los estudiantes Alberto Ríos y Nicolás Villaseca se encuentran desarrollando sus Talleres de Título en colaboración con la Viña Castellón, ubicada en Ránquil (valle del Itata). Así, mediante ampelografía clásica realizaron la descripción de estas variedades, abriendo opciones de crear vinos de carácter patrimonial y únicos en el mundo.

El valle del Itata ha estado ligado a la vitivinicultura desde tiempos de la colonia española, principalmente por el uso de tres variedades ancestrales traídas desde Europa por los españoles, la Listán Prieto (sin. País), la Moscatel de Alejandría (Italia) y, en mucha menor medida, la Mollar Cano. 

Estas variedades ancestrales, llamadas “patrimoniales”, han encontrado en este valle las condiciones favorables para una vida próspera y, con el paso de los años, han podido cruzarse entre ellas mismas, dando como resultado variedades criollas adaptadas al terruño.

Bajo este contexto, estudiantes de la Escuela de Agronomía de la Universidad Mayor se encuentran desarrollando sus Talleres de Título en colaboración con la Viña Castellón, ubicada en Ránquil (valle del Itata, Región del Ñuble).

Así, Alberto Ríos y Nicolás Villaseca han realizado la descripción mediante ampelografía clásica, de cinco variedades de parentales desconocidos, las que fueron halladas en dicho valle por Víctor Castellón, dueño del viñedo, y descritas por ampelografía molecular por el Dr. Patricio Hinrichsen, encargado del Laboratorio de Biotecnología de INIA – La Platina.

Guiado en su Taller de Titulación por los profesores Julio Molina y Philippo Pszczolkowski, los estudiantes describieron las accesiones mediante ampelografía clásica. “Logramos  desarrollar los análisis ampelográficos clásicos y así describir cinco nuevas variedades para la producción de vino, enriqueciendo el patrimonio genético y cultural de Chile en esta área”, explica el estudiante Alberto Ríos, quien agrega que dos de ellas (una blanca y una tinta) recientemente fueron caracterizadas y evaluadas sensorialmente por los profesores y enólogos Pablo Cañón, Gastón Gutiérrez y Philippo Pszczolkowski, los cuales sostienen que son vinos con un elevado y personal potencial, lo que podría entregar un sello propio a  dicho valle. 

Pszczolkowski, quien es el director de la Escuela de Agronomía U. Mayor, destaca la calidad de los vinos obtenidos y explica que “abre potencialmente las puertas para el desarrollo de viñedos y vinos de carácter patrimonial y únicos en el mundo, y, por otra parte, el fomento de la producción de vinos comerciales innovadores y de gran personalidad, originados a partir de variedades nacidas en el mismo valle del Itata, lo cual constituye el espíritu y la esencia de los grandes vinos de “terroir”. 

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