Gloria, Niña Provinciana
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La producción de bebidas alcohólicas a partir de la fermentación, existe desde antes de la llegada de los españoles, siendo una de las más comunes la chicha de maíz. Los españoles incorporaron nuevas plantas frutales y ahí nace una fermentación muy particular y de forma parcial del jugo de uva. La chicha, es en la actualidad una bebida típica de la vitivinicultura, siendo un brebaje singular y tradicional, muy utilizados en celebraciones de fin de cosecha, carnavales, fiestas costumbristas y fiestas patrias. Producto típico de Chile.
Un estudio realizado por la Universidad del Pacifico, reveló que la chicha de uva o de manzana aporta una gran cantidad de antioxidantes y vitamina C, que se asocian con la protección contra el envejecimiento y el daño de estructuras orgánicas por oxidación, entre ellas el epitelio de los vasos sanguíneos, con la consiguiente disminución del riesgo cardiovascular. Su aporte calórico se estima en alrededor de 160 calorías por vaso de 200 ml, y si lo comparamos con un cóctel de pisco sour que aporta 349 calorías o un vaso de terremoto que aporta alrededor de 300 calorías.