En la comuna de Florida en la región del Biobío, entre cepas centenarias de Cinsault, Chasselas, Moscatel de Alejandría y País, se encuentran algunas parras de las cuales se sabe muy poco, Don Gabriel Fuentes Villouta, quien lleva trabajando estas viñas por cerca de 50 años, nos cuenta que: “Siempre nos llamó la atención saber a qué variedades corresponden, el trabajo de la viña no es distinto al resto, dan buenos racimos, firmes, de buen tinte y cunden bastante …”. Esto generó mucho interés en relación a determinar la variedad de estas plantas, las cuales podrían ser empleadas para la elaboración de vinos monovarietales de excelente calidad y que le den un sello único al Valle del Itata.
Con la inquietud de identificar dichas plantas, es que se contactó a expertos del Centro Tecnológico de la Vid y el Vino (CTVV), de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad de Talca, encabezados por el reconocido académico Don Yerko Moreno, para emprender el desafío de tipificación, no pudiendo dilucidar el misterio.
Luego, se toma contacto con Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), a través del investigador Dr. Patricio Hinrichsen, Subdirector de Investigación y Desarrollo del Centro Regional INIA La Platina, quien lleva más de dos décadas investigando y estudiando diferentes cepas viníferas, en su caracterización, adaptación al entorno y su desarrollo; resultando muchas de ellas ser muy significativas para el desarrollo de la industria del vino en Chile, como es el caso del ‘Carmenère’, que hoy en día es considerada una cepa emblemática de la viticultura chilena y una de las cepas preferidas y más consumidas por los chilenos.
Además INIA, analizó y determinó el origen del las cepas criollas a partir de herramientas genéticas, que resultaron ser del mismo material que vino de España en la época de la Colonia, conocido en Chile como ‘País’. Esta variedad, junto con otra variedad primigenia ‘Moscatel de Alejandría’, se les considera como las cepas “fundacionales” de las vides criollas americanas. “Nosotros en INIA hemos documentado unos 15 genotipos nuevos. En Chile aún hay mucho que descubrir y trabajar en este tema y creo que recién estamos viendo la punta del iceberg” agrega Hinrichsen, en entrevista realizada por Federico Bierwirth, periodista INIA La Platina, sobre el trabajo investigativo de INIA en vides viníferas.
Con todos estos antecedentes se pretende analizar y realizar un perfil de ADN, que entregue más antecedentes sobre el origen, los principales atributos y determinar el potencial enológico de las peculiares plantas que se encuentran en la Viña Castellón.
In the Florida district at Biobío region, among centuries-old grapevine of Cinsault, Chasselas, Moscatel of Alejandría and País, there are some vines of them very little is known, Sir Gabriel Fuentes Villouta, who has been working these vineyards for about 50 years, he tells us that: “It always struck us to know what varieties correspond, the work of the vineyard is not different from the rest, they give good bunches, firm, of good tint and enough…”. This generated a lot of interest in relation to determine the variety of these plants, which could be used for the elaboration of varietal wines of excellent quality and that give a unique seal to the Itata Valley.
With the concern to identify these plants, is that experts of the Vine and Wine Technology Center, of the Faculty of Agricultural Sciences of the University of Talca, headed by renowned academic Sir Yerko Moreno, were contacted to undertake the challenge of typing, not being able to elucidate the mystery.
Then, contact is made with the Institute of Agricultural Research (INIA), through the researcher Dr. Patricio Hinrichsen, Deputy Director of Research and Development of the Regional Center INIA La Platina, who has been researching and studying different wine grapevine for more than two decades. characterization, adaptation to the environment and its development; resulting in many of them being very significant for the development of the wine industry in Chile, as is the case of ‘Carmenère’, which today is considered an emblematic grapevine of Chilean viticulture and one of the most preferred and consumed by the Chileans.
In addition, INIA determined of the origin of the creole grapevine from genetic tools, which turned out to be the same material that came from Spain at the time of the Colony, known in Chile as ‘País’. This variety, along with another variety ‘Moscatel de Alejandría’, is considered as the “foundational” grapevine of the American native vines. “We at INIA have documented about 15 new genotypes. In Chile there is still a lot to discover and work on this issue and I think we’re just seeing the tip of the iceberg “adds Hinrichsen, in an interview made by Federico Bierwirth, journalist INIA La Platina, about INIA’s research work in wine vines.
With all these antecedents it is intended to analyze and carry out a DNA profile, that gives more information on the origin, the main attributes and determine the oenological potential of the peculiar plants that are found in Viña Castellón.